El fútbol en su máxima expresión. Seis títulos mundiales entre ambos. Figuras emblemáticas a través de la historia, unidas por la misma pasión.
Por Hernando De Cillia | @hdecillia
Italia-Argentina. Argentina-Italia
El fútbol en su máxima expresión. Seis títulos mundiales entre ambos. Figuras emblemáticas a través de la historia, unidas por la misma pasión. Hinchas sanguíneos como pocos y una rivalidad de sólo quince capítulos, muy pequeña si tenemos en cuenta la riqueza futbolística que hubo entre estos dos países.
A continuación, un repaso de los principales duelos donde el pretexto es la final entre Argentina vs Italia. Recordar lugares, partidos y acontecimientos históricos de los mundiales. Los choques más relevantes que tuvo este duelo. Que los lectores se sitúen en cada época y recuerden lo que hicieron en cada ocasión. ¿Dónde estaban? ¿Con quiénes lo vieron?
Una final inédita
La del próximo miércoles 1° de junio será la primera final entre Italia y la Argentina. Más allá de las épocas, actualidades y el presente de cada selección.
Italia lleva ventaja en el historial. Una victoria más de diferencia, ya que los albicelestes achicaron distancias en los últimos tiempos, con tres triunfos seguidos entre 2001 y 2018, los únicos choques desde la recordada semifinal de Italia 1990.
Los duelos mundialistas
Fueron cinco mundiales seguidos en los que italianos y argentinos se cruzaron en distintas instancias. Desde Alemania 1974 hasta Italia 1990.
En Stuttgart compartieron el Grupo 4, junto a Polonia y Haití. Italia llegaba de ser subcampeón con jugadores históricos como Gianni Rivera, Gigi Riva y Giacinto Facchetti. Detrás del enorme Brasil del ‘70, el mejor equipo en la historia de los mundiales. La Argentina estuvo ausente. Quedó eliminada en la cancha de Boca, al empatar 2-2 con Perú.
Italia debutó contra Haití, el rival más débil de la zona. Arrancó muy mal, perdía 1-0 con gol de Emmanuel Sanon, pero finalmente lo dio vuelta.
La Argentina del Polaco Cap llegaba con mayoría de jugadores diseminados por Europa. Buenos individualmente, aunque sin rodaje en lo colectivo. El estreno fue de mal en peor: 3-2 abajo contra la Polonia de Lato, Deyna, Zmuda, Szarmach y Tomaszewski, los que venían de ser Campeones Olímpicos en Munich 1972.
La segunda fecha era vital, la Argentina no podía perder ante Italia. El loco René Houseman hizo un gol espectacular para abrir el marcador. Roberto Perfumo, en contra, selló el empate, 1-1. Finalmente la Argentina pasó de ronda e Italia se quedó afuera.
Fue el Mundial en el que murió Juan Domingo Perón.
La Argentina se despidió el día de su funeral. Jugó con remera azul, brazalete negro y empató 1-1 ante Alemania Oriental. El partido no se transmitió por ningún medio. El país estaba de luto. Sólo se pudo escuchar por Radio Colonia, la emisora del país vecino, Uruguay. En Italia hasta tiraron televisores por los balcones, a modo de protesta por la eliminación en primera rueda.
Argentina ’78: Primer título mundial
El ’78 fue el primer título argentino de la historia. En plena época de dictadura militar. Con un pueblo futbolero volcado a las canchas y las calles, que en realidad, no sabía nada sobre lo que pasaba en el país.
Otra vez compartieron el grupo junto a Italia, en Buenos Aires. Se enfrentaron en la última fecha cuando ambos ya estaban clasificados. El partido decidía quien se quedaba en la Capital o debía viajar a Rosario, después de eliminar a Francia y Hungría.
La Italia de Enzo Bearzot fue el verdugo. Maniató al seleccionado de Menotti y le provocó su única derrota. Roberto Bettega fue el goleador. El jugador de la Juve enmudeció al Estadio Monumental para ganar 1-0, luego de una pared espectacular con Paolo Rossi.
Argentina se mudó a Rosario, al Estadio de Arroyito. Allí, ante el apoyo masivo de los hinchas que vistieron al estadio de celeste y blanco, vencieron a Polonia, empataron con Brasil y golearon a Perú. La final fue histórica, 3-1, frente a Holanda en tiempo suplementario. Italia finalizó cuarto, en una gran actuación.
España 1982: la guerra de Malvinas
Italianos y argentinos mantuvieron sus cuerpos técnicos. Sin embargo, en la Argentina debutaba un tal Diego Armando Maradona.
El equipo de Menotti tenía un gran plantel, pero estuvo lejos del rendimiento del elenco que fue campeón cuatro años atrás. La cabeza estaba en otro lado con el conflicto bélico que intranquilizaba al país.
Italia pintaba para fiasco. Clasificó sin ganar ni un solo partido, empató los tres de su grupo. Los cruces dejaron en el mismo grupo a Italia, Argentina y Brasil.
El primer choque fue contra la Azzurra, que sorprendió y ganó por 2 a 1. Gentile fue una estampilla sobre Maradona, Cabrini y Tardelli los autores de los goles.
La Argentina quedó en la cornisa. La caída ante Brasil lo dejó afuera, con la expulsión de Maradona incluida.
La Italia de Paolo Rossi dejó de ser sorpresa. Pasó a Brasil, Polonia y Alemania para ganar su tercera corona tras 44 años. Los anteriores títulos fueron en el ’34 y ’38, bajo el régimen de Benito Mussolini.
Héroes
México 1986 es un gran recuerdo para todos los argentinos. El segundo y último título mundial.
«Más. Me das cada día más. Aleluia por el modo que tienes de amar». El tema de Valeria Lynch retumbaba en medio de todas las butacas. El cine explotaba cada vez que aparecía Diego. O Bilardo, cuando se tomaba la cabeza porque las cosas no salían como él quería. La película “Héroes” retrataba la hazaña de los Campeones del Mundo.
Hubo euforia en el país. La Plaza de Mayo explotó para recibir al plantel luego de un largo viaje, el día después del triunfo ante Alemania, 3-2.
Los campeones se colgaron del balcón principal, al lado de Raúl Alfonsín, el padre de la democracia que meses atrás estuvo a punto de aprobar la propuesta de la Secretaría de Deportes para reemplazar a Carlos Bilardo.
Maradona, el rey de México ‘86
El ‘86 fue el mundial de Diego. La Mano de Dios, el mejor gol de la historia de los mundiales ante Inglaterra, justo cuatro años después de Malvinas.
El segundo título de la historia enfrentando a cuatro países que habían sido campeones del mundo: Italia, Uruguay, Inglaterra y Alemania.
Contra la Azzurra otra vez fue empate, 1-1, gracias a la zurda de Diego que acarició la pelota para ponerla bien lejos de Galli.
Los subcampeones del ‘90
“Una Estate Italiana” , de Gianna Nannini, fue la mejor canción de la historia de los mundiales. Inigualable y revalorizada cada vez que se está por jugar una nueva Copa.
“Notti magiche, inseguendo un gol,
scotto il cielo di un estate italiana”
Para la Argentina fue todo un sufrimiento. La derrota inicial ante Camerún complicó todo. Después se fracturó Pumpido. La clasificación fue un parto ante la URSS y Rumania. Para colmo en cuartos de final llegaba “el cuco, Brasil”.
El tobillo explotado de Diego, los palos y el Goyco. El gol de Caniggia para dejarlos afuera en el mediodía argentino. Con la pasta y el asado en la boca y el delirio cuando finalizó el partido. Los abrazos y el festejo alocado por eliminar a Brasil. Los saltos de Ruggeri por toda la cancha, agarrándose y besándose la camiseta celeste y blanca.
En Nápoles las semifinales ante Italia
La Azzurra era el candidato. Llegaban invictos, sin goles en contra y con Totó Schillaci como estrella y goleador.
La Argentina estaba cansada, después de un suplementario y los penales atajados por Goycochea ante la fuerte Yugoslavia.
Walter Zenga tenía el arco invicto luego de cinco partidos hasta que Caniggia le rompió el récord.
Con el 1-1 fuimos a los penales y otra vez el Goyco fue el héroe. Dejó afuera a Italia: “Siamo Fuori” dijo el relator italiano cuando Aldo Serena se desplomó sobre sus rodillas.
Argentina otra vez en la final contra Alemania
La definición fue en el Olímpico de Roma. Argentina diezmada por las suspensiones. Los silbidos al himno y la indignación de Diego ante las cámaras. El penal a poco minutos del alargue y las protestas al árbitro mexicano Codesal que perduran hasta estos días.
La Argentina perdió 1-0 y fue subcampeón mundial. Héroes otra vez con otra recepción histórica, cuatro años después. Italia ‘90 quedará tan grabada como Mexico ‘86. Será la despedida de Carlos Bilardo.
De allí en más no hubo más cruces en los mundiales. Italia ganó el cuarto título en Alemania 2006. A la Argentina se le escapó por poco en Brasil 2014.
La Azzurra estuvo ausente en Rusia 2018 y tampoco estará en Qatar 2022. El triunfo en la Copa de Europa parecía la resurrección. La eliminación ante Macedonia fue un mazazo.
La pandemia cambió la sede de la Copa América que debía jugarse en la Argentina. Se disputó en Brasil, dónde Lionel Messi levantó el trofeo ante su clásico rival. Un sueño postergado nada menos que 28 años.
Wembley: un encuentro esperado
En el mítico Estadio de Wembley, en Londres, volverán a verse las caras italianos y argentinos. Será la primera gran final entre estos dos grandes del fútbol mundial.
Esta vez, con muchas almas diseminadas por todo el mundo. Que se acordaran de sus padres, abuelos, familiares y amigos. Aquellos con los que vieron esos históricos partidos. Muchos que ya no están; otros que dejaron su tierra para buscar un futuro mejor. Como lo hicieron nuestros antepasados alguna vez.
Lazos de sangre que se dividirán por un rato con sus preferencias, pero que sobre el final volverán a recordar cuál era su origen, de dónde vinieron y a dónde irán.
Con la excusa del fútbol, sus pasiones y sus vivencias. Las que a través de la historia se hicieron tan fuertes por los vínculos, esos que formaron familias y acortaron las distancias.
Es que al final no será nada menos que un partido: será, Argentina vs. Italia.
Fotografías: Archivo revistas El Gráfico y Goles.
