En Grizzana Morandi, Bologna, se encuentra uno de los castillos más fascinantes de Italia, construido por el conde Cesare Mattei, creador de la electrohomeopatía.
Por Florencia Gagliardi | @mfgagliardi
A una hora de la ciudad de Bologna, en Grizzana Morandi, se encuentra uno de los castillos más fascinantes y eclécticos del norte de Italia. Allí, sobre una colina a 407 metros sobre el nivel del mar, se alza la Rocchetta Mattei: una fortaleza construida en el siglo XIX por Cesare Mattei, creador de la electrohomeopatía, una medicina alternativa practicada entre los años 1870 y 1930 a nivel mundial.
Basta dar unos pocos pasos en los alrededores del castillo para apreciar la magnitud de la obra. Ya en el ingreso, antes de subir las primeras escalinatas, yace una enorme piedra grabada en mármol con una mención a la antigua fortaleza de Savignano. Es que la Rocchetta Mattei fue edificada sobre las ruinas de aquel fuerte creado en el año 1100. Pasó el tiempo hasta que, en 1850, el conde Mattei compró varios terrenos de la zona y comenzó la construcción del palacio que hoy lleva su nombre.
Alex, uno de los guías encargados del recorrido, señala al inicio de la visita varios detalles sobre la edificación. Ya en el patio central aparecen varias obras de importancia con estatuas de leones, dioses y otras figuras. Una de ellas es una escultura que retrata a Niccolò Ludovisi, un importante capitán de Bologna, atribuida a Jacopo della Quercia (1374-1438) en el 2019.
Muchos de los objetos que conforman el castillo fueron trasladados en aquellos tiempos desde otros sitios para su decoración. Entre ellos, la fuente que se encuentra en el patio central y que formaba parte de la iglesia medieval ubicada en la localidad cercana de Verzuno.
La Capilla y la Mezquita de Córdoba
Desde allí se pueden observar también dos ventanas en las que antiguamente –relata el guía– había aves exóticas y hasta una cascada por donde caía el agua alrededor de diversas plantas. A pocos pasos, luego de subir unas escaleras, está la Capilla, una de las salas más emblemáticas de la Rocchetta.
Inspirada en la Mezquita de Córdoba (España), posee elementos árabes y una decoración de arcos bicolores, con una estructura arquitectónica que atrapa la atención desde el primer instante. En el piso superior de la Capilla se encuentra el mausoleo con la tumba de su mítico creador, Cesare Mattei.
Aunque el sepulcro no lleva nombre, se lee una inscripción que dice «Anima Requiescat In Manu Dei» – un epitafio en latín que traducido al español significa «descanse en paz»– y en el centro una inscripción que reza: «Se dice que las estrellas de magnitud 16 están tan lejanas que su luz sólo nos llega después de XXIV siglos: visibles eran con los telescopios de Herschel. Pero quién nos hablará de estrellas aún más remotas: átomos perceptibles sólo con las lentes más maravillosas que la ciencia posee o encuentra? ¿Qué figura representaría una distancia tal que sólo corriendo millones de años la luz alada cruzaría? Oíd, hombres: ¡más allá de esos aún se extienden los límites del universo!».
Ver más: Recorre la Rocchetta Mattei con el mapa interactivo oficial
La Torre del Conde
Al salir de la sala, unos pasos más adelante, está el Giardino Pensile (Jardín Colgante), desde donde se pueden observar otras importantes estructuras: entre ellas, la Torre del Conde, en donde Mattei mandó a construir un puente colgante por temor –se dice– a que lo asesinaran.
La Alhambra de Granada
Una vez atravesada la pasarela de madera, se llega hasta un patio que conduce a otra de las salas más deslumbrantes del castillo: el Cortile dei Leoni (Patio de los Leones) inspirada en la Alhambra de Granada. En el centro hay una fuente con cuatro leones, rodeada por arcos de diseño árabe y en cada uno de ellos la imagen de la Torre de la Visión, logotipo de los medicamentos de Mattei. También sobre las arcadas se pueden ver inscripciones árabes.
Las paredes, a su vez, se encuentran revestidas hasta la mitad de azulejos sevillanos de colores. Se cree que Mattei se inspiró en modelos y publicaciones de arquitectos de fama como Owen Jones, que popularizó el estilo ecléctico árabe en el siglo XIX y a quien conoció en persona cuando participó de la Exposición Universal de Londres en 1851.
El estilo ecléctico
El encuentro ocurrió un año después de que se iniciara la construcción de la fortaleza, en 1850. Por ese entonces, Mattei ya le había comprado el terreno e iniciado a cimentar las primeras estructuras del castillo, junto al pintor Giulio Ferrari y un sinfín de obreros que trabajaron por más de 40 años.
El castillo fue modificado en varias oportunidades por el conde y sus herederos, de modo tal que aún en algunas salas se pueden ver los antiguos bosquejos que subyacen debajo de los diseños actuales. Aunque la Rocchetta se erigió sobre un antiguo fuerte medieval, señalan los autores del sitio oficial www.cesaremattei.com, la intención de Mattei fue desde el inicio construir un castillo de estilo árabe, que se mezcla, con otros estilos como el neorrenacentista y el Art Nouveau que aportaron más tarde sus herederos.
La sala della Musica
La Sala della Musica (Sala de la Música), es otro de los salones que conforman la visita y es donde el conde Mattei y su familia se reunían a escuchar música. Lo más espectacular es que, un siglo después, todavía suena la melodía de los instrumentos musicales que yacen en la sala.
A pocos pasos está la Sala Rossa o Studio del Conte (Sala Roja o Estudio del Conte). Su techo también de estilo árabe está formado por elementos piramidales, que aunque parecen estar hechos de madera, son en realidad de papel prensado.
En una muestra que aparece en la sala resguardada por un vidrio se observa la composición de papel y aún se leen las inscripciones en su interior. Se dice que su nombre se debe a que, según la tradición, las dos habitaciones se encontraban divididas por una cortina roja y podría haber sido utilizada por el conde Mattei como estudio.
Mattei y la reina Victoria
No muy lejos de allí se encuentra la Sala dei Noventa (Salón de los Noventa), creada por el conde originalmente como mausoleo dedicado a la Reina Victoria de Inglaterra, quien fue además una de las promotoras principales de los remedios Mattei que se inventaron en la Rocchetta. La reina no sólo los utilizaba de forma personal, sino que fue una de las grandes figuras que apoyó la difusión de la electrohomeopatía en el mundo.
Tal es así que en Londres creó un hospital con el nombre del conde Mattei. La sala se llama así debido a que –explica el guía– a Mattei se le había ocurrido celebrar su cumpleaños número 90 en compañía de ochenta y nueve nonagenarios. Sin embargo, murió algunos años antes de concretar su deseo, cuando tenía 87 años.
«El conde que quiso curar al mundo«
Cesare Mattei nació en Bologna, Emilia Romagna, el 11 de enero de 1809, en el seno de una familia de clase alta. Cuando tenía sólo 28 años, en 1837 fue uno de los cien fundadores de la Cassa di Risparmio de Bologna –hoy propietaria del castillo– y diez años más tarde, a raíz de una donación de tierras, Mattei recibió el título de conde, concedido por el Papa Pío IX.
Pero hubo un hecho que lo golpeó de cerca y lo empujó, a los 36 años, al estudio de la medicina: la muerte de su madre, Teresa Montignani, quien falleció en 1845 tras una larga agonía producto de un cáncer de mama.
Es así que Mattei comenzó a estudiar varias disciplinas como la alquimia, la herboristería, la medicina tradicional china y la homeopatía, y en pocos años, inventó una nueva medicina alternativa que denominó electrohomeopatía. La terapia combinaba gránulos medicinales y líquidos conocidos como “fluidos eléctricos” y ganó en poco tiempo fama mundial.
Alejandro II, Luis III de Baviera y Dostoievski
Llegó a ser tan popular, que –además de la Reina Victoria de Inglaterra– contó con pacientes como el zar Alejandro II y Luis III de Baviera y hasta aparece una mención en la novela “Los hermanos Karamazov”, de Dostoievski.
Un extracto dice lo siguiente: “Qué filosofía y qué filosofía, cuando todo el lado derecho de mi cuerpo está paralizado y no hago más que gemir y gemir. He probado todos los remedios de la medicina: saben hacer un excelente diagnóstico, conocen tu enfermedad como la palma de su mano, pero son incapaces de curarte. […] Desesperado, escribí al conde Mattei a Milán, que me envió un libro y unas gotas, Dios lo bendiga”.
Cesare Mattei
Parte de la historia cuenta –según los sitios oficiales de la Rocchetta y el Archivo Cesare Mattei– que la producción de los remedios comenzó en 1859 y su expansión ocurrió de forma rápida.
Primero se estableció un almacén central en la ciudad de Bologna y para 1884 eran 107 los puntos de distribución, con depósitos en varias ciudades de Italia y también en países como Francia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Polonia, Rusia, España, Holanda, India, Japón y Argentina.
También que gracias a Mattei y a la construcción de la Rocchetta muchas las familias de la zona encontraron prosperidad. Y que, tras descubrir la crisis económica que había provocado su sobrino Luigi, a quién el conde le había confiado la gestión financiera del castillo, el conde lo desheredó y adoptó años más tarde como hijo a su colaborador Mario Venturoli.
La muerte de Mattei
Fue asimismo cuando tenía 80 años que Mattei se convirtió en padre de una niña de nombre María, que tuvo con su ama de llaves, y un año antes de morir, en 1895, desterró y desheredó a Venturoli y a su primera esposa, convencido de que la mujer había querido envenenarlo, según citan desde el sitio Cesare Mattei.
Sin embargo, luego de la muerte del conde, el 3 de abril de 1896, quien había sido su máximo colaborar e hijo adoptivo impugnó el testamento y obtuvo gran parte de la herencia, además de continuar con la electrohomeopatía y regresar a la Rocchetta, en donde finalizó las últimas obras. Los restos del conde fueron transportados a la Rocchetta y enterrados en la Capilla en el año 1906. Mientras tanto, los depósitos de remedios Mattei siguieron por aquellos años en ascenso.
Un castillo saqueado
Ya fallecido Venturoli, en 1937, la Rocchetta pasó a manos de su segunda esposa, Giovanna Maria Longhi y con la llegada de la II Guerra Mundial, el declive no tardó en llegar. Fue en ese período que el castillo fue saqueado y sufrió pérdidas significativas, debido a que muchos de los muebles originales fueron robados y quemados por las tropas alemanas.
La actualidad de la Rocchetta
Años más tarde, el castillo fue vendido a la esposa de un conocido comerciante apodado «Il Mercatone» y en 1986 la actividad del taller de Bologna llegó a su fin. Con el declive se produjo el abandono, que duró hasta el 2005, cuando la Fondazione Cassa di Risparmio compró la Roccheta y luego de años de restauraciones, inauguró el castillo al público en el 2015.
Hoy en día la Rocchetta es gestionada por el Comune de Grizzana Morandi y es visitada todos los años por miles de personas que llegan desde todo el mundo para conocer su fascinante historia.
Un vuelo en el tiempo
El inventor de la electrohomeopatía
«Mi castillo –señala el testamento que dejó el conde– en el que también estará mi tumba, se conservará a perpetuidad tal y como se encuentra en el momento de mi muerte (…) Puesto que la Divina Providencia quiso entonces que yo fuera el descubridor de ese gran beneficio que es la electrohomeopatía, así me propongo disponerlo por un escrito secreto y separado”.
En la actualidad, destacan desde el sitio web del Archivo Museo Cesare Mattei, la electrohomeopatía no se produce en Italia, ni tampoco los remedios Mattei, aunque existen imitaciones en países como India, Suecia, Alemania, en donde aún se practica como medicina alternativa.
«Mi castillo, en el que también estará mi tumba, se conservará a perpetuidad tal y como se encuentra en el momento de mi muerte«
Cesare Mattei
Se puede visitar
El Archivo del Museo Cesare Mattei
Se trata del primer museo sobre electrohomeopatía en el mundo, en donde se conservan piezas y documentos antiguos sobre el conde Mattei y la Rocchetta. Se puede visitar los sábados y domingos de 9.30 a 12.30 y de 15.30 a 18.30. Para más información escribir a info@rocchettacesaremattei.it.
Cómo llegar a la Rocchetta
Para visitar el castillo hay que reservar sí o sí antes en el sitio oficial de la Rocchetta. El ticket para adultos cuesta 10 euros y el reducido para niños, de 6 a 12 años 5 euros. No se puede ingresar con animales y los horarios de ingreso son sábados y domingos de 10 a 15 horas. Por consultas contactarse por mail a rocchettamattei@comune.grizzanamorandi.bo.it o al número +39 3661433941 (fines de semana: 351 7373891).
A tener en cuenta: cada primer domingo del mes, a raíz de la iniciativa #Domenicaamuseo, el ingreso es gratuito.
Medios de transporte
1. Coche
Desde Bologna hay que tomar la autostrada A1 en dirección a Firenze salida Sasso Marconi Nord (importante: está habilitado solamente el telepass) o Sasso Marconi Sud y luego tomar la Statale 64 en dirección a Pistoia hasta Riola. Como alternativa se puede utilizar la Statale 64 Porrettana da Bologna.
2. Desde Firenze
Seguir la autostrada A1- Panoramica en dirección a Bologna y salir en Rioveggio, luego continuar por la strada provinciale 325 en dirección a Grizzana Morandi y seguir las indicaciones hasta Riola. O también salida Sasso Marconi y Statale 64 Porrettana da Bologna hasta Riola.
3. En tren
Ferrovia Porretana Bologna-Pistoia, desde Bologna hay trenes cada media hora con parada en Riola. Desde Pistoia hay que hacer el cambio en Porreta Terme. Desde la estación de Riola, hay que caminar alrededor de 15 minutos para llegar al Castillo.
